top of page

El Poder de Terminar lo que Se Empieza


Hace algunos años, trabajé con un compañero que siempre parecía estar bajo una enorme presión. Manuel lo veías constantemente ocupado, corriendo de un lado a otro, con el ceño fruncido, las manos llenas de papeles, y la bandeja de entrada de correos saturada.


A simple vista, parecía alguien muy productivo, pero detrás de esa imagen había un problema que le impedía avanzar: nunca terminaba lo que empezaba.


Manuel era una persona con muchísimo conocimiento, capaz de aportar grandes ideas y soluciones a cualquier problema. Sin embargo, su día a día se veía consumido por una rutina de proyectos a medias.

Comenzaba una tarea, se entusiasmaba, pero antes de finalizarla, ya estaba inmerso en la siguiente. Y luego en otra. Y así, cada vez más lejos de concluir cualquier cosa.


La carga de trabajo inconcluso no solo afectaba su rendimiento, sino también su estado emocional. Con cada asignación que dejaba a medias, su estrés aumentaba. Siempre sentía que no estaba logrando nada, porque aunque trabajaba duro, sus proyectos no veían un final.


Lo que más me impactaba era que sabía que tenía todo el potencial para destacar, pero su incapacidad de enfocarse en terminar una sola cosa lo mantenía atrapado en un ciclo de frustración.


Observando su situación, me di cuenta de lo vital que es tener la disciplina de terminar lo que uno empieza. No es solo una cuestión de productividad; es la base de cualquier hábito que nos lleve a cumplir nuestras metas. No importa lo mucho que sepas o cuán capaz seas, si no puedes terminar una tarea, nunca verás el fruto de tu esfuerzo.


Esta lección no solo se aplica al ámbito laboral. En nuestra vida diaria también solemos empezar muchas cosas sin darles cierre: desde ese libro que dejamos a medias, hasta las promesas que hacemos y no cumplimos, o los objetivos personales que posponemos continuamente.


Es fácil desenfocarse, distraerse con nuevas oportunidades o excusas, pero el progreso se construye cerrando ciclos, uno a la vez. Terminar lo que empezamos, ya sea una meta profesional, un proyecto personal o incluso compromisos con otras personas, nos brinda una sensación de logro y nos acerca a nuestras aspiraciones.


Con el tiempo, entendí que incluso los proyectos más largos y complejos tienen plazos, hitos que nos permiten ir avanzando hacia la meta final. Pero solo respetando esos tiempos y manteniendo el foco es que podemos ver los resultados, tanto en el trabajo como en la vida personal.


No importa lo bien que empieces, lo que realmente te transforma es lo que eres capaz de terminar.


Rossemary




Comments


bottom of page